Jorge Caumont: “Los efectos de la crisis lo vamos a ver en nuestro país más adelante”

martes, 15 de junio de 2010


Uruguay todavía no se ha visto afectado sustancialmente por la crisis europea, pero las preocupaciones en la gente siguen creciendo.

“La situación de Europa no va cambiar en el próximo semestre, solo el tiempo nos dirá lo que puede ocurrir en nuestro país. A pesar de que todavía no se haya sentido a grandes rasgos, si la crisis continúa, nos podemos ver afectados”, sostuvo el economista Jorge Caumont.

Los países europeos al encontrarse en esa situación, consumen menos de nuestros productos y el comercio tiende a bajar. Ya se están viendo problemas para colocar la carne a Europa fuera de la Cuota Hilton, cupo de exportación de carne vacuna de alta calidad y valor que la Unión Europea otorga a países productores y exportadores de carnes. El precio por ahora se mantiene, debido a que encontraron otros mercados que no están con problemas como China y Brasil, pero es probable que dentro de unos meses caiga.

“El productor uruguayo lo siente, vende menos, y el precio cae. Se están buscando sustitutivos de los mercados europeos pero es muy difícil encontrarlos, por lo tanto, yo creo que los efectos lo vamos a ver más adelante, cuando a los nuevos mercados a quienes le estamos vendiendo se saturen”, explicó Caumont.

Desde el punto de vista financiero, Uruguay por ahora no ha sentido las caídas que hubo en la bolsa en los restantes países. Los papeles que ha emitido tanto privados como públicos, por ahora han tenido una leve baja de demanda pero no ha sido sustancial. “Para el futuro, quizá estos niveles se mantengan un poco más bajos, pero yo no veo que haya un cambio sustancial en ese sentido.

En ese mismo sentido el vicepresidente de la República Danilo Astori afirmó que la economía uruguaya, por ahora, en una situación de proceso normal no se verá afectado por la situación europea. Se están tomando recaudos como la prudencia y la cautela en especial en el campo fiscal.

A Uruguay entran dólares por varios motivos, en primer lugar por las exportaciones de bienes y de servicios, como es el turismo. Este último, se trata sobre todo de brasileros y argentinos, así que no nos va a perjudicar demasiado. En el primer caso, al ser commodities lo que se vende, se puede comerciar en cualquier otro lado.

Por otra parte, entra por inversiones directas como es UPM (ex Botnia) o Portusel, y además, por gente que trae dinero al Uruguay y lo coloca aquí. “Yo creo que podría haber un lapso de pausa, que si se iba a hacer en dos meses o tres, eso no va a ocurrir”.

Otras inversiones extranjeras, como la construcción en Punta del Este, tienen que terminar las obras, así que por algunos meses no se alterará, lo más probable que no se comiencen nuevos proyectos.

Otra forma de inversión directa en nuestro país, es la compra de tierras por parte de extranjeros. Los argentinos y brasileños las adquieren por diversos motivos; los argentinos porque tienen un impuesto a las exportaciones de bienes que producen de las tierras, en Uruguay no existe ese impuesto. Por lo tanto, han comprado y elevado el precio de la tierra. El crecimiento de la demanda de territorio va a desacelerarse, pero el interés por invertir aquí seguirá.

La lógica del dólar sería que hubiera una menor afluencia en el país, tanto en el comercio como financieramente, ya que antes venían muchos extranjeros a invertir en papeles uruguayos. Es tan grande la afluencia de dólar en Uruguay, que hay un exceso “Creo que no debería de haber en estos meses una suba importante. Yo sigo sosteniendo que el dólar se mantendrá en valores entre los 19,00 y 19, 50 pesos”, declaró Caumont.


Situación en Europa

A raíz de la crisis de Estados Unidos que se desató a finales del 2007, varios países europeos para no verse afectados por este suceso, comenzaron a utilizar la política fiscal expansiva y comenzaron a tener déficit que eran mayores a los márgenes que estaban establecidos - 3% del PBI-, sobre todo Portugal, España y Grecia. Quisieron aumentar el gasto público para dar empleo, para estimular la actividad económica y comenzaron a tener déficit muy alto. Al caer la actividad privada y aumentar el gasto público, los ingresos tributarios no acompañaron este gasto.

Países como Portugal, España y Grecia tienen déficit del 14% del PBI. Grecia necesita ayuda financiera para sustentarlo, pero los países de la Comunidad Europea le exigieron que haga un ajuste de sus gastos porque sino no tendría sentido seguir dándole dinero. El gobierno griego estaba reacio a hacerlo por las consecuencias sociales que podían provocar. Al disminuir el gasto del gobierno, la población se levantó con fuertes protestas y manifestaciones y ha causado la muerte de varios ciudadanos.

“El problema es que si Grecia no hace un reajuste fiscal muy fuerte, va a seguir gastando y hay países que también necesitan ayuda económica como España, Portugal e Irlanda. El mercado se puso nervioso y los títulos de deuda de esos países los quisieron vender porque no sabían si se los iban a pagar. Al aumentar la oferta los precios de esos bonos bajan y al hacerlo, la taza de interés implícita aumenta. Y eso afecta todavía más al sector privado de la economía, ya que es poseedora de esos títulos”, afirmó el economista.

El temor de la gente no es solo que el gobierno no pague la deuda sino que los países al no tener apoyo de la Comunidad, se vayan del euro y adopte su antigua moneda. La preocupación de que euro pueda desaparecer, provoca a que la gente venda sus euros y compre dólares. Por lo tanto, el valor de la moneda de la Eurozona se desplome.

La Unión Económica y Monetaria (UEM)

En el Tratado de Maastricht, acordado por el Consejo Europeo, en diciembre de 1991, se establecieron las condiciones que permitían crear una moneda única para la Unión Europea.

Esos requisitos eran los siguientes: déficit público inferior al 3 % del PIB, deuda pública por debajo del 60 % del PIB, tasa de inflación no superior en más de 1,5 puntos a la media de la de los tres mejores países, tipos de interés a largo plazo no superiores en más de dos puntos a la media de los tres países con menos inflación, y tipo de cambio sin devaluación durante los dos últimos años.

Ningún banco de los 16 países que conforman en la actualidad la UEM, puede emitir moneda, solamente el Banco Central Europeo, con sede en Alemania. Este se encarga de regir el poder adquisitivo del euro y así controlar la estabilidad del mismo.

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