“Deberíamos considerar a las bacterias como un órgano más de nuestro cuerpo y cuidarlo como tal”

miércoles, 16 de junio de 2010


Uno posee en su casa una gran cantidad de productos antibacteriales que utiliza como protector contra los microorganismos. Trata de eliminarlos arduamente, ya que han ido colonizando todo nuestro ambiente. Sin embargo, uno no sabe la cantidad de beneficios que estos tienen.

Francisco Noya, doctor en Bioquímica y Genética Molecular e investigador del Clemente Estable, explica la importancia de las bacterias y afirma que son parte del ser humano. “El cerebro del hombre pesa 1,5 kg, y las bacterias de nuestro organismo llegan a pesar 2kg. Las podemos encontrar en la boca, en la piel, pero fundamentalmente en el intestino. Allí se pueden albergar 60 mil millones por gramo de contenido intestinal”, sostiene Noya.

Además, estas nos acompañan desde nuestro nacimiento. Las heredemos de nuestras madres, nos las trasfieren a través del parto y la lactosa. Son necesarias para la protección del bebé, la defienden frente infecciones. También son imprescindibles para el desarrollo del niño, ya que la mucosa intestinal requiere de bacterias para realizar su proceso de forma adecuada.

Un aspecto preocupante a tratar es que el abuso de los antibióticos lleva a que nuestras bacterias hayan experimentado cambios profundos a lo largo de los años. ”Se ve que las bacterias de nuestros bisabuelos y abuelos son muy distintas de los jóvenes. Se piensa que este cambio puede causar enfermedades crónicas como diabetes, asma y obesidad”, afirmó Noya.

Esta última conlleva una gran preocupación ya que la mitad de la población en Uruguay sufre problemas de sobrepeso. Un estudio realizado con ratones muestra el significado de las bacterias en el sobrepeso. “Utilizamos ratones gordos y delgados para el experimento. Se tomó una muestra de los microorganismos intestinales de los obesos que fueron introducidos a los roedores delgados. Después de una semana vimos que los delgados comenzaron a desarrollar síntomas de sobrepeso”.

sin ellas no podríamos ingerir material vegetal. No podríamos degradarlo y aprovechar los nutrientes y vitaminas como la que se sintetiza por bacterias intestinales, la cual es muy importante para la coagulación

Una nueva forma de hacer combustible

El Uruguay como la mayor parte de los países utilizan el petróleo como combustible. Sin embargo, por el precio del mismo, y la contaminación que conlleva, cada vez son más los científicos que buscan energías alternativas.

Noya es uno de los científicos que ha estado experimentando y ha encontrado una nueva forma de biocombustible renovable. “Pensamos utilizar los desechos que poseen celulosa -chips de maderas, cortezas de árboles, restos agropecuarios como cáscaras de arroz, trigo, maíz, residuos domiciliaros, papel y cartón- para convertirlas en biocombustible”. A la celulosa se le agrega las bacterias, provocando la liberación de los azúcares que la componen, “para utilizarlos en la alimentación de levaduras que en definitiva serán un bioetanol”.

Las bacterias que sirven para realizar este proceso se encuentran en dos grandes grupos de animal: los rumiantes, que posee un aparato digestivo especializado, ya que su intestino procesa el vegetal y lo degrada. En su interior está repleto de pasto molido y bacterias. El otro, se trata de las termitas, insectos que comen madera y tienen una comunidad microbiana especializada en sus intestinos para degradarla.

“Nos gustaría que ANCAP mirara más hacia el futuro y nos apoye. El problema es que ven las cosas a corto plazo y no se preocupan por lo que pueda ocurrir dentro de cinco años”, sostuvo Noya.

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